me gusta formspring pero no sé explicar por qué. me han hecho ya más de doscientas preguntas anónimas a las que he contestado con verdadera solicitud mientras que los amantes de al lado se aburrían a veces. yo no sé qué tendrían esos anónimos pero los amantes ya se han ido. en formspring me preguntan cosas como por qué te gusta la poesía norteamericana y respondí cosas como
por sus sábanas sucias
por su mdma
por su diacepán
por el patchwork de los hombres que han sido y que pueden proclamar en otros sitios que no son Times Square pero se le asemejan
porque hablan de los tíos que se han follado y no se ruborizan
y sus caras se expresan en forma de emoticono salvaje.
Me gustan, joder, porque hablan de las cosas que me interesan y que apenas encuentro aquí, en esta esquina del continente o de la roca. Salvo Luna Miguel, quizás, encuentro pocos que se les asemejen pero a los que encuentro me los llevo a la cama, a la boca, a la estantería. Como a Kat Dixon, por ejemplo, en Tenían veinte años y estaban locos.
2 comentarios:
ESto no es bueno, es BUENÍSIMO... me lo apropio, te lo robo y así puedo leerlo más veces...
me alegra, yolanda.
para eso estamos: róbanos, aprópianos y no hagas ruido al salir. afuera duermen.
bisous
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