foto: isabel mut.
agosto agonizaba.
los peces morían deshidratados
y nosotros fingíamos otras muertes
infinitamente más pequeñas todavía.
era agosto
y estabámos en llamas:
los labios, las encinas, los bailes de madrugada.
agosto era hablar de muerte
y acariciarla -ateridos- en la playa.
ahora que es septiembre,
sabemos que de nada sirvió reocuparse
pues era agosto
y agosto todo lo mata.
3 comentarios:
que buen poema, pienso que hay más vida que muerte. la sensación de tiempo es la misma al conocer a alguien, es como si fuera una persona. genial.
<3
Precioso!
Publicar un comentario