y si algún día despiertas
y no recononoces los labios que te han besado,
avivando el deseo dentro,
y si las sábanas te parecen duras,
extrañamente ásperas, si no reconoces su olor;
y si al abrir los ojos no reconoces el techo
ni las caricias ni la mesita de noche,
y si al abrir los ojos todos tus amigos hubieran desaparecido,
si no reconocieras el sabor del pan que te llevas a la boca,
y no hubiera cafetera
y nadie hablara el mismo idioma
y si todas las caras se mezclaran
y todos los desconocidos que alguna vez te salvaron
jadearan su aliento sobre ti, mortecinos;
y si de cada maceta brotara un rascacielos
y si en tus entrañas el progreso te hiciera gritar de dolor
sumida en la sombra del cemento y las escaleras mecánicas
y una salida de emergencia sin autentificación.
y si algún día despiertas
y no reconoces la ciudad.
y si algún día despiertas.
y si algún día no despiertas.
y si algún día no quieres despertar.
1 comentario:
Algunos días las sabanas son pieles de roca, Si no hubieres escrito este poema uno de estos días lo hubiera hecho yo. Saludos.
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