y los ceniceros estaban llenos. apagué los años en tragos pequeños, como quien apura la vida demasiado. -¡son las doce!- gritaron- y a lo lejos se oyeron las copas al brindar. alguien habló de desconocidos y balbuceó estrofas inconexas arrastrando la lengua: los desconocidos bla bla bla. (¿quizás era yo la que hablaba?) desconocidos que esperan, conmigo, a que se hagan las doce y me ayudan a ahogar la cera derretida de los años dentro, muy adentro del tequila. desconocidos que me cantan canciones que ya no deberían ilusionar a nadie, desconocidos que me llevan a casa en un coche de esos sin tapa mientras Palma contempla vacía cómo unas mentes vacías de su generación... La ciudad -caras, animales, policía- vacía un miércoles a las dos de la mañana. y el viento que acaricia la parte más lisa; y la parte más rugosa que ríe sus ecos en la callejuelas desiertas. somos desconocidos pero eso no importa. apenas nos acordaremos mañana. It was sometime early in december and, somehow, being a stranger didn’t matter at all. After all, it was our way of feeling alive.
2 comentarios:
besos
besos aquel desconocido al lado del cual me sente una noche, en un coche que bajaba hacia las ramblas y con el que bebimos ovejas negras y poesia.
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