deprisa,
corriendo,
con los rostros calientes
en la maleta todavía,
en la mejilla el roce
de unos labios finos
y en el puño cerrado
un carnet de identidad
al que te aferras
como si fuera
la llave de tu hogar,
así,
- deprisa,
corriendo -
te subes al avión
y buscas una pizarra donde deletrear
viejas postales confusas
como el plástico gastado de una ventanilla
donde dibujas
tu nuevo y viejo nombre:
Intrusa.
corriendo,
con los rostros calientes
en la maleta todavía,
en la mejilla el roce
de unos labios finos
y en el puño cerrado
un carnet de identidad
al que te aferras
como si fuera
la llave de tu hogar,
así,
- deprisa,
corriendo -
te subes al avión
y buscas una pizarra donde deletrear
viejas postales confusas
como el plástico gastado de una ventanilla
donde dibujas
tu nuevo y viejo nombre:
Intrusa.
2 comentarios:
Intrusos somos los que nos colamos en esta casa y te espiamos sin revelar la identidad. Intrusos somos los que te leemos desde la distancia y el anonimato; los que saboreamos tus versos y vemos como tus palabras ondean como banderas en nuestra mente.
intrusos no,
querido, que para eso están estas páginas aquí, para que flote alguna que otra palabra medio decente y llame a las puertas de tu lenguaje. si es que llega.
intrusos, no : bienvenidos.
no hay nada que esconder.
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