¿Y si de repente se parara todo, si sólo existiera el silencio, si el hueco al otro lado de la cama se hubiera esfumado? ¿Y si en lugar del hueco hubiera un cuerpo caliente, un huerto vinícola siempre abierto, un huerto de tierra húmeda y sedienta, un huerto donde se beben las penas, donde nunca se hunden los costados, donde nunca es tarde para volver a empezar? ¿Y si de repente el cuentaquilómetros se parara, como atascado, y señalara el norte, y temblara de extrañeza ante la beatitud y el frío, y si en el musgo verde de las macetas se escondieran las llaves de un anciano hogar?
1 comentario:
Te invito a pasar por mis blogs y si te gustan seguirnos mutuamente ¿qué te parece?
Publicar un comentario