bebo con ansias un café que no sabe a nada. fumo con ansias un cigarrillo apagado. descuartizo pensamientos fugaces, manchas de sangre y de lodo en mi coño. ¿me hablas a mí? no sé ni lo que digo. todo sabe a nada, apenas esta nubosidad variable que diviso desde mi ventana. la ciudad sabe a nada. el café sabe a nada. tu espalda sabe a nada. bebo y casi vomito, sobredosis de vitamina c. todo sabe a nada excepto este hilillo de baba. vomito. sangre.
(y al fin la vida sabe a algo).
(y al fin la vida sabe a algo).
**Foto de Antoine d'Agata**
3 comentarios:
Y sabe a algo más si a él le quedó algo por decirle. Por ejemplo, que I´ll be seeing you, en versión de Billie Holiday, es una canción maravillosa. Por la voz y por la letra. Y que todo eso forma parte de esas extrañas cosas por las que merece la pena vivir.
lo curioso es que casi nunca nos damos cuenta de que existen esas extrañas cosas por las que merece la pena vivir. hasta que ya no existen, por supuesto.
las letras perecen. la de las bocas, me refiero. la de las cartas, me refiero. la voz perece, apenas un hilillo de baba que separa y que perece también. la puerta se cerró. a veces todavía soy él. se me ha pegado billie holiday en el ribete de las bragas. lucho, todavía, por librarme de su voz.
¿No es curioso que las cosa por las que merece la pena vivir son también aquellas por las que merece la pena morir?
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