Se me ha olvidado contaros que, estos últimos meses, me he mudado a otros píxeles, a otras páginas, a otros cuerpos. Comenzó a gestarse algo en mi vientre y necesitaba hablar de ello, reunirme con otras mujeres, leerlas, subrayarlas, escribirles, contarles lo que me estaba pasando. Abrí un blog secreto porque tuve miedo- ya sabéis que en esto del embarazo el tiempo es subjetivo, los tres primeros meses una reza y tacha los días del calendario- y luego, animada por Carmen G. de la Cueva -arrinconado el Miedo, prohibido el Miedo, desterrado del diccionario la palabra Miedo- me pasé a La Tribu de Frida.
Es increíble el número de mujeres que me han escrito para hablarme de sus propios Miedos. Es increíble como los Miedos se han convertido, a veces, en Alegrías. Miedos que Cicatrizan. Miedos que se olvidan. Cigotos, Sangre, Abortos Espontáneos: mujeres que hablan de la maternidad o de la ausencia de ella.
Comprendo a Luna Miguel cuando, en uno de sus artículos de Playground, anima a otras mujeres a escribirle para compartir sus sentimientos. Y es que el sexo, la maternidad, la sangre, han sido y a menudo siguen siendo tabúes de los que nadie se atreve a hablar. Yo nunca había oído hablar de fausse couche (vivo en Francia, así que cuando me anunciaron la Causa de la Sangre yo no comprendí nada; ahora sé que en español se llama aborto espontáneo). Leer a otras poetas y escritoras que habían pasado por lo mismo (Sharon Olds, Sylvia Plath, por citar sólo unos ejemplos) me ayudó a salir del vacío en el que me había instaurado.
A ocho meses de vientre, de mujer incincta, apenas he leído libros formales sobre el embarazo. A falta de un mes para el parto (en realidad ella podría decidirse a salir en cualquier momento), no he preparado la bolsa de maternidad ni hemos pintado su cuarto. Hemos heredado ropa, muebles, juguetes, pero no tengo ni idea de lo que nos espera en realidad y siguen en cajones. Quizás tenga que dejar la literatura unos instantes y ponerme a planificar.
Es cierto, hasta ahora no he sido capaz de leer libros sobre el embarazo. Pero libros como Maternidad y Creación (ed. Moyra Davey) , Diario de una Volátil (Agustina Guerrero), El Cielo Oblicuo (Belén García Abia), Nueve Lunas (Gabriela Wiener), The Book of the Dead and the Living (Sharon Olds), Tres Mujeres (Sylvia Plath), L'Evénement (Annie Ernaux), Tiempo de Espera (Carme Riera), Pregúntale al Bosque (Blanca Riestra), me han acompañado mucho más de lo que lo hubieran podido hacer otros libros con listas y listas y listas y otros datos prácticos. Es cierto, hasta ahora me he refugiado en la literatura. Han sido ellas las que me han salvado.
Voy a publicar los posts que formaron parte de mi blog secreto, Aspirin Babe. Por si a alguien pueden servirles de algo. Porque nunca debí haber tenido Miedo. Porque no debería darnos miedo hablar de la maternidad.
Gracias.
annalisa.mari@gmail.com