Miércoles noche. Presentación en la librería Ágora del nuevo libro de Jaume Pomar. Guillem Frontera es el encargado de hacer la presentación. Guillem le dice a Jaume que ha tardado demasiado en publicar narrativa. –Ya tienes la edad – le dice – y las experiencias vitales y las lecturas y las capacidades. No sé porqué has esperado tanto. – Jaume replica que en realidad a él se le da mejor la poesía. Guillem insite: -No deberías hacernos esperar más-. Jaume le contesta que el circuito literario mallorquín es una casa de putas y que él nunca ha querido formar parte de él. La pelota resuena en el campo de Jaume y rebota. Nadie la recoge. Una casa de putas, pienso yo, y me río en voz alta... Pero al girarme me doy cuenta de que todos están serios. Silencio en la sala. ¿Será ,pues, la literatura una gran casa de putas? Yo también me pongo seria.
1 comentario:
me da a mi que muchas cosas de este mundo acaban teniendo forma de casa de putas... pero no quisiera que la poesía lo fuera, espero que el comentario no vaya más lejos de esa reflexión...
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