[poema en construcción]
la reina del burdel, de macky chucka.
"Me gusta que me peguen hasta el punto de no saber si lo que duele soy yo o algo que está fuera. Dejarme caer y rebotar en el suelo y que no duela. Estás delante de la máquina de cortar fiambre, y el trozo de pavo, rosa, hinchado de suero de leche y proteína de soja, se cae al suelo. ¿Lo ves? Rebota como un balón, oblongo. Antinatural. Eso sí que es contra natura, no las bolsas fecales, no la sodomía. Un trozo de alimento con sabor a pavo envuelto en plástico grueso y transparente, con una etiqueta de colores horribles se cae al suelo y me recuerda a mí. A mí en brazos de un hombre que me hace doler; que me trata mal, que me pega porque me lo merezco.
Esta es mi pequeña vida y quiero recordar cada momento".
Macky Chucka, "La Reina del Burdel". Ed. Sloper.
cinco-quince-casi-veinte
"Debido a que no sabemos cuándo moriremos, pensamos en la vida como un
pozo inagotable. Sin embargo, todo pasa sólo un cierto número de veces
y, en realidad, muy pocas. ¿Cuántas veces más recordarás una tarde de la
niñez, una tarde que se volvió una parte tan profunda de tu ser, que no
concibes la vida sin ella? Tal vez cuatro o cinco veces más. Tal vez ni
siquiera eso. ¿Cuántas veces más verás salir la luna llena? Tal vez
veinte. Sin embargo, todo parece ilimitado".
Paul Bowles, "El cielo Protector"
Alguien ha estado tachando los sábados del
calendario. En lugar de arena
introdujimos granos de arroz en el reloj y polvos blancos en el mantel a cuadros. Comimos del mismo plato, a veces hasta bebimos de los mismos labios. ¿Cuántas veces más seremos sábado,
el frío afuera, las manos ocupadas, calientes, deshuesando el crimen? ¿Cuántas
veces más sabrá el café a amazonas? ¿Cuántas veces más hablaré con desconocidos?
Y si la vida son cinco, quince, quizás veinte sábados más, ¿cuántas veces más lloraré su pérdida?
los ciervos de josé carlos llop y otros hombres cuyos venados he amado.
me encanta el olor de mi casa en invierno:
huele a ciervo en mis libros
y a pezuñas, y a bramidos.
no, no es cierto que los ciervitos se hayan extinguido.
no, no es cierto que los ciervitos se hayan extinguido.
"(...) todos llevamos dentro
sombrías colinas, tempestades
invernales, lagos velados por nieblas
azules y brezales fríos y solitarios.
Cuando en ellos aparece un ciervo
aparecen la bondad, la belleza, el honor
y la esperanza. No los bárbaros.
Los bárbaros están entre nosotros,
como en el poema de Cavafis.
De ellos es el desprecio, no nuestro,
que somos su objeto. Ocupan el circo,
las tribunas y algunos han llegado ya
al senado. Contemplemos
ahora, perdidos entre los brezales fríos,
las sombrías colinas y las nieblas azules,
el fin de nuestra civilización. Los ciervos,
hace tiempo que se han extinguido.
José Carlos Llop, "Cuando acaba septiembre".
José Carlos Llop, "Cuando acaba septiembre".
las postales, esos supermercados de la noche.
“Algunas veces consideraba que disponer del Carrefour para él solo se aproximaba bastante a la felicidad.”
Michel Houellebecq, "El mapa y el territorio".
Recorro con la mirada todas las postales,
sus márgenes blancos,
los píxeles exactos que conforman la felicidad.
¿Te acuerdas?
A veces nosotros también escribimos postales.
Las saco del bolso cuando paseo por el supermercado.
El Carrefour se hace grande, muy grande.
Se hace fugaz.
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